Hace pocos años supe que se había construido otro campo en el sur de la población pero creo que fue un fracaso en vista de que ocurrieron accidentes mortales y definitivamente hasta hoy se ha sepultado la peregrina idea de llegar a esas inhóspitas regiones por vía aérea..
Pero en 1958, sólo había la ruta para mulares y viandantes que hacíamos lo que hoy se llama “turismo de aventura”, esto es enfrentarse a lo que venga y como venga.
De ahí que hasta hoy día, esa parte del país es prácticamente desconocido, si bien el progreso con el advenimiento de una vía carrozable ha permitido que sus habitantes tengan acceso a los bienes de la civilización, a una mejor formación educativa, con niveles secundarios y de educación universitaria, cosa imposible de imaginarse en esa época en donde sólo habían las escuelitas de formación primaria y pare de contar.
No hace mucho tuve acceso a información sobre cómo luce Zumba en estos albores del siglo 21 y me plugo pensar que esa parte tan abandonada y tan lejana poco a poco ha ido incorporándose al progreso.
Una vez firmada la paz con el Perú, se ha planificado proyectos binacionales tendientes a lograr el progreso de los pueblos fronterizos en buena hora, porque esos ecuatorianos y peruanos tan olvidados por los poderes centrales bien merecen afincarse también en las redes del mejoramiento colectivo.
Era menester incluir estos párrafos, para poder establecer la comparación entre lo que era Zumba en 1957 y lo que es hoy en pleno siglo 21... Un abismo separa la realidad de aquella época con la actual pero que, a pesar de ello, no ha variado mucho, la incomunicación que lacera a esa región tan marginada por los propios y peor por los ajenos. Tenía el deber de poner en claro esta situación para que alguien se duela de esta injusta preterición, toda vez que una vez fui un charapano más, cuando me tocó en suerte ir a vivir allí impelido por las circunstancias y por mi Destino...
