Un safari más allá de Yangana

ecía, que en el curso de esas circunstancias la dotación de personal de comando escaseaba y ahí era cuando el personal restante tenía que asumir más responsabilidades que las propias, y, así por ejemplo, el 20 de Junio me encuentro como Comandante Accidental de la Compañía.

Así me tocó desempeñar roles y papeles para los que no me había preparado, pero que por fuerza mayor tuve que asumirlo. ¡Cuando no pues.!.


Estando en estas funciones, en pleno período de campaña política, algunos charapanos de la derecha o “curuchupas,” comenzaron a causar desórdenes en el poblado y en calidad de jefe de plaza tuve que amonestarlos sin saber que ello traería cola como se verá después.


Precisamente por la escasez de personal de oficiales y recordando a lo mejor, que me desempeñé muy bien como Oficial Ranchero y que dí de comer sabrosos platos en el menú de marzo, otra vez se me designa como ranchero a comenzar el 1 de Julio. Ni qué hacer... Todo estaba consumado.


Así pues eh aquí que en este mes tan significativo para mí como es julio, me encuentro con la comisión de ranchería, menos mal que ya con mi anterior entrenamiento en marzo, pensaba que iba a cumplirlo por igual con satisfactorio resultado.

 

Pero esta situación no iba a impedirme, saludar a mi madre el 4 de julio que era la fecha de su onomástico y así lo hice, lo que no obstaculizó tampoco, como para continuar con mi práctica en el juego de voleyball y seguir escribiendo mis cartas para todos.