Un safari más allá de Yangana


l sol era abrasador y el sendero que seguíamos, comenzó a ser inundado por un aroma que era inconfundible al de vainilla, y me daba modos mientras caminaba, por identificar ¿cuál de los arbustos que crecían a la orilla del sendero era el que emitía tan sabroso y edificante aroma? Vano esfuerzo el mío, porque hasta el día de hoy, no acabo de reconocer ¿cómo mismo será la exótica planta?, capaz de fabricar un olor tan exquisito. Me conformo ahora con oler cuando me brindan alguna golosina impregnada con el inigualable aroma.

A falta de la vainilla, encontré en cambio - no sé porqué se me ocurrió, que unos pequeños frutos similares a la piña, debían ser esa fruta, pero en tamaño reducido- así que sin pensarlo dos veces y sin consultar a mi guía, me apresuré a servirme una, a pretexto dizqué de saciar la sed que me consumía a esas horas del medio día.

Para qué lo habría hecho. A poco me comenzó un escozor en mis encías y en mis labios y los dientes se me pusieron tan sensibles que ni el agua ni el dulce ni la sal me aliviaron. Uff… no era más que la falta de ignorancia al respecto, pero así se aprende y yo aprendí... que con la naturaleza no se juega y que mejor es servirse una piña colada o unas tajadas de la fruta, comprando lo que se debe y en el lugar apropiado.

El aspecto de la ruta, advertí había ido cambiando. Ahora el paisaje era más alegre y colorido. La tierra había adquirido un fuerte tono rojizo y el cantar de las aves, que antes no lo había apreciado, ahora recién las percibía, quizá por estar sumido en mis auto compasiones y en no quedar muy atrás de las huellas de mi guía, que aparte de brindarme su compañía, en la gran mochila que llevaba a cuestas aparte de arrear a su mular traía el gran bulto del Correo Militar para todo el personal de la Compañía. Correo Militar, que en los meses subsiguientes, iba a constituir, para mí al menos, en el único vínculo que me permitiría soportar, a través de los mensajes que me llegarían, el largo período de ostracismo que me esperaba.